No permitas que tu fe en Jesucristo sea minada por nada ni nadie.
Pero pida en fe, no dudando nada: porque el que duda es semejante a la onda de la mar, que es movida del viento, y echada de una parte a otra. No piense pues el tal hombre que recibirá ninguna cosa del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
HEBREOS 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario